Sacrificar a los niños de hoy

Dios claramente condenó la antigua práctica pagana de sacrificar niños (Levítico 18:21). Sin embargo, en nuestra sociedad cada vez más impía, muchos no ven ninguna conexión entre estos rituales antiguos y lo que estamos haciendo a nuestros propios hijos al promover ideologías modernas y radicales.

Recientemente, el psicólogo canadiense Jordan Peterson, escribió un comentario para el Telegraph sobre la actual moda de la fluidez de género, titulado “Estamos sacrificando a nuestros hijos en el altar de una ideología brutal de extrema izquierda” (16 de junio de 2022). En su artículo, el doctor Peterson discutió el tratamiento poco ético y precipitado para los jóvenes con problemas de identidad de género, apresurándose para ayudarlos a cambiar de género sin darles tiempo para considerar la motivación y las consecuencias de este tratamiento irreversible que cambia totalmente sus vidas. Peterson dijo: “Hemos cruzado la línea de la posesión ideológica a la malevolencia activa, y estamos multiplicando nuestro pecado… al atribuir nuestras espantosas acciones a la ‘compasión’. Que el cielo nos ayude. Realmente”.

Hace mucho tiempo, Dios advirtió que las naciones que rechazan Sus leyes sufrirán graves consecuencias. El profeta Isaías escribió: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo!… ¡Ay de los sabios en sus propios ojos” (Isaías 5:20-21). Esta forma de pensar es el resultado natural de descartar una brújula moral común: la Biblia. Sin embargo, lamentablemente, son nuestros niños los que sufren como resultado de ideologías erróneas y de drogas y cirugías que alteran sus cuerpos a manos de practicantes moralmente depravados. El profeta Jeremías notó que las perversiones en sus días: “llenaron este lugar de sangre de inocentes” (Jeremías 19:4); sin embargo, hoy no vemos la conexión. Cuando Cristo regrese para establecer Su Reino, la sangre de los inocentes ya no será derramada y finalmente vivirán en paz, protegidos por aquellos que los aman (Isaías 54:13). Para más información sobre cómo los niños serán criados en el venidero Reino de Dios, lean Por qué es tan difícil criar hijos.