El mundo se transformó con la invención de la red informática mundial, más conocida como internet. Ahora este elemento tan esencial en la vida moderna ha tomado un cariz oscuro y su inventor espera salvarlo.
En la espectacular ceremonia inaugural de los Juegos olímpicos de verano en Londres del 2012, las luces atenuaron y en el ruidoso estadio se produjo un silencio de expectativa. Pronto, todos los ojos se fijaron en un escritorio solitario donde un hombre de edad madura, vestido de saco blanco, tecleaba en una computadora.