Sexo sin responsabilidades y sin consecuencias

¿De dónde se originó el género? En Génesis 1:27 encontramos que el Creador los creó, "varón y hembra". De nuevo, en Génesis 5:2, dice: "Él los creó varón y hembra". Jesús citó esto en Mateo 19:4-6 cuando reprendió a los fariseos mientras trataban de hacerle tropezar con el tema del divorcio. Entonces, vemos que Dios creó los sexos para su propósito divino.

En Éxodo 20:14 encontramos la ley fundamental relativa a la actividad sexual en el séptimo mandamiento: "No cometerás adulterio". Este mandamiento abarca todos los aspectos de las relaciones y prácticas sexuales. Si este único mandamiento fuera obedecido, transformaría nuestra sociedad. Pero, hay más. En Levítico 18, se dan instrucciones detalladas sobre los pecados sexuales. Las advertencias severas y las instrucciones claras contra el incesto, la homosexualidad, el bestialismo y la pedofilia se detallan en estos versículos, sin dejar ninguna duda sobre la pecaminosidad y las consecuencias de estas prácticas atroces. Las instrucciones se repiten en Levítico 20:10-21.

Estas viles prácticas eran comunes en el antiguo Egipto, Canaán y otras naciones en ese período de la historia. Estas perversiones sexuales en realidad se incorporaron a la adoración de sus ídolos paganos. Entonces, estos comportamientos no solo eran algo que querían hacer, sino que eran parte de su adoración. Dios dijo que ellos estaban equivocados, y estas prácticas causaron mucho sufrimiento a la gente, incluyendo hijos no deseados, enfermedades, pobreza, etc.

Una advertencia muy simple se encuentra en Proverbios 6:27-35 (RV1960):

¿Tomará el hombre fuego en su seno

Sin que sus vestidos ardan?

¿Andará el hombre sobre brasas

Sin que sus pies se quemen?

Así es el que se llega a la mujer de su prójimo;

No quedará impune ninguno que la tocare.

No tienen en poco al ladrón si hurta

Para saciar su apetito cuando tiene hambre;

Pero si es sorprendido, pagará siete veces;

Entregará todo el haber de su casa. Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento;

Corrompe su alma el que tal hace.

Heridas y vergüenza hallará,

Y su afrenta nunca será borrada.

Porque los celos son el furor del hombre,

Y no perdonará en el día de la venganza.

No aceptará ningún rescate,

Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones.”

En lenguaje sencillo, "el que juega con fuego se quema".

Jesucristo lo hizo aún más estricto en Mateo 5:27-28 cuando dijo: "Oísteis que fue dicho a los antiguos: No cometerás adulterio". Pero te digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón ". Jesús fue más allá del acto de adulterio e hizo el pensamiento adúltero pecaminoso.

¿Cuáles son las consecuencias de estas prácticas sexuales incorrectas? Dan como resultado dificultades financieras indescriptibles, cicatrices emocionales, trastornos, divorcios, infidelidades, enfermedades que asolan continentes enteros, niños no deseados, abortos, etc. No es de extrañar que Dios dijera: "No lo hagas".

¿Cómo lidiará Dios con aquellos que se niegan a arrepentirse, cambiar y renunciar a estos pecados sexuales y perversiones? Apocalipsis 21:8 revela la respuesta: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda". ¡Los incorregiblemente perversos se quemarán!

Entérese cuál fue la intención del Creador para que el hombre y la mujer encuentren la verdadera satisfacción sexual y la felicidad en nuestro folleto titulado El plan de Dios para un matrimonio feliz por Roderick C. Meredith. El folleto se basa en principios bíblicos y es completamente gratuito.