Enseñe a sus hijos a leer buenos libros

¿Recuerda aquella vieja advertencia: “¿Sabe dónde están sus hijos?”? Bueno, yo le pregunto cómo madre cristiana: “¿Sabe lo que están leyendo sus hijos?”. Muchas madres no lo saben y, lamentablemente, muchos maestros no lo saben o ni siquiera les importa, siempre y cuando los niños lean.

He trabajado en el sistema de escuelas públicas durante 20 años y he visto y ayudado a lectores de la escuela secundaria a buscar libros para leer, tal vez para presentar informes de libros para una clase de literatura o para obtener puntos de crédito adicionales para un proyecto de intercambio de libros en familia. Con el paso de los años, he visto un gran cambio en los tipos de libros que se encuentran en los estantes de las bibliotecas escolares.

Hoy, los diez libros más populares incluyen lo oculto, las brujas, los vampiros o los viajeros en el tiempo. En este momento, el más popular es una serie de libros sobre jóvenes que matan a otros para sobrevivir en una sociedad futurista. Puede que le horrorice lo que vería en una feria de libros de la escuela, donde sería difícil encontrar un libro inspirador y basado en la realidad entre el 95 por ciento de libros que se centran en los temas mencionados anteriormente.

¡Madres cristianas, tomen nota! Dios nos dice en las Escrituras que no debemos tener nada que ver con estos asuntos, y esto incluye los materiales de lectura que ponemos a la disposición de nuestros hijos:

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Eterno tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Deuteronomio 18:10-12).

¿Cuál es la experiencia de su familia con estos temas? ¿Está usted permitiendo que las mentes de sus hijos se llenen de libros que tratan temas que son contrarios a la voluntad de Dios? Me ha sorprendido la cantidad de madres “cristianas” que dejan que sus hijos lean libros sobre estos horribles temas ocultistas, ¡y algunas incluso los leen ellas mismas!

Una razón por la que los maestros alientan la lectura de estos libros, o los encargan para la biblioteca de la escuela, es porque hacen que los estudiantes lean. Suponen que no importa lo que los niños lean, lo importante es que lean.

¿Deberían las madres cristianas usar ese razonamiento? ¿Deberíamos dejar que nuestros hijos lean esos libros? En cuanto a qué debemos enfocar nuestras mentes y las de nuestros hijos, el apóstol Pablo nos dijo que “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:7-8).

Si permitimos que nuestros hijos pasen unos días o incluso un par de semanas leyendo algo influenciado por Satanás, corren el riesgo de absorber o desensibilizarse ante las actitudes y conductas negativas que promueve el libro. Dedique algún tiempo a sus hijos y busque material de lectura positivo. Busque buenas biografías o libros de ficción histórica o de no ficción que puedan inspirar y ayudar a enseñar a su hijo.

Haga esto cuando sus hijos comiencen a leer para que pueda ayudarlos a establecer el hábito de leer buenos libros cuando sean mayores. Como madres, tenemos la responsabilidad de influir en nuestros hijos para que sigan el camino de Dios, incluso a través de lo que les permitimos leer.