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¿Nos estaremos aproximando al fin del mundo, o más precisamente “al fin de una era” de la cual habla la Biblia? ¿Estará a punto de regresar Jesucristo? Los primeros discípulos de Jesús pensaron que estarían vivos cuando Cristo regresara. Más adelante hubo quienes pensaron que regresaría en el año 1000. Luego otros señalaron el año 2000. Muchos teólogos modernos dicen que Jesucristo podría regresar esta noche; o tal vez dentro de 100 o 1000 años, si es que realmente va a regresar. La mayoría de los eruditos no entienden las señales de los tiempos del fin y del regreso de Jesucristo. ¿Es acaso “el fin de la era” una ficción religiosa? Hoy, la profecía bíblica cobra vida y nos brinda una reveladora perspectiva del mundo moderno.
La Biblia afirma categóricamente que Jesucristo va a regresar (Mateo 24:3, 30, 37, 44). Cuando los discípulos le preguntaron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (v. 3), Jesús mencionó cuatro señales principales: engaño religioso generalizado, guerras y rumores de guerras, hambrunas y enfermedades epidémicas y grandes terremotos (Mateo 24:4-7). Estos acontecimientos corresponden exactamente a los cuatro jinetes del Apocalipsis (ver Apocalipsis 6). Pero Jesús dijo que estos acontecimientos eran solamente “principio de dolores” (Mateo 24:8); ¡y que los discípulos debían seguir “velando”, atentos para que pudieran reconocer y anunciar cuando su regreso fuera inminente!
Los críticos hacen caso omiso de las predicciones de Jesús, arguyendo que la historia siempre se repite. Sin embargo, podemos darnos cuenta de que los católicos, protestantes, judíos, musulmanes e hindúes no están de acuerdo en la mayoría de los asuntos fundamentales; de manera que todas las religiones no pueden estar en lo cierto. Es evidente que muchísimas personas están engañadas. La confusión y el engaño religioso no es algo nuevo, pero la Biblia indica que en los últimos días un personaje religioso engañará a millones haciendo milagros y difundiendo mentiras en vez de la verdad bíblica (2 Tesalonicenses 2:3-12; Apocalipsis 13:11-14). Los medios masivos de difusión seguramente colaborarán con las actividades de este falso profeta. El escenario está preparado. ¡El cumplimiento de estas profecías puede estar muy próximo!
Jesús predijo que el fin de la era actual se caracterizaría por “guerras y rumores de guerras” (Mateo 24:6). Las guerras han marcado la historia por milenios, pero solamente en el siglo 20, por primera vez, el mundo entero estuvo en guerra; ¡en dos guerras mundiales! Jesús también predijo que “se levantará nación contra nación y reino contra reino”. ¡Crisis mundial! La palabra “reino” se refiere a imperio o entidad política. “Nación” (ethnos) puede significar nación, tribu, raza o grupo social. En los últimos decenios, los conflictos étnicos, por religión, raza, sexo y moral; ¡se han propagado por todo el mundo! Un erudito de la universidad de Harvard, experto en relaciones internacionales, ha señalado que “en esta era, el choque de las civilizaciones representa el peor peligro para la paz mundial” (Huntington: El choque de las civilizaciones, pág. 321, 1996). Lo que Jesús dijo que sucedería al fin de la era, ¡está sucediendo en la actualidad!
Las condiciones ambientales sin precedentes que estamos viviendo producen graves inquietudes. El calentamiento global causa trastornos meteorológicos alrededor del mundo que producen incendios, sequías, tormentas y huracanes e inundaciones sin paralelo. En varios continentes perdura el hambre. Los años más calurosos se han registrado en la última década. La actividad sísmica está aumentando peligrosamente, mientras la gente sigue aglomerándose en las ciudades. Enfermedades incurables como el sida causan estragos en todo el mundo. Antiguas enfermedades epidémicas como la tuberculosis, el cólera y la malaria están regresando con renovada intensidad, con bacterias resistentes a los antibióticos; y más recientemente los microorganismos ultrarresistentes a la mayoría de los antimicrobianos. Los expertos en salud pública advierten que el tránsito internacional y el empeoramiento de las condiciones sociales, políticas y sanitarias en muchas regiones del mundo facilitan la propagación de enfermedades epidémicas tan letales como el ébola. ¡Las predicciones de Jesús sobre los últimos días describen con precisión las condiciones del mundo actual!
El apóstol Pablo consignó más detalles sobre el fin de esta era: “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad (religiones superficiales), pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:1-5). Con exactitud está describiendo el aumento de la violencia y la cultura amoral que están dominando al mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, sumados a la degradación social y moral desatadas desde la década de los años 60.
El apóstol Pedro agregó todavía más al escribir: “Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los Cielos y también la Tierra” (2 Pedro 3:3-5). El apóstol Pedro revela que el escepticismo y la ignorancia deliberada sobre importantes enseñanzas bíblicas caracterizarían el fin de esta era. Esta es la situación que vemos actualmente en las naciones que se llaman a sí mismas cristianas. ¡La profecía bíblica es sorprendentemente importante para nuestra era moderna!
Las profecías de la Biblia indican que inmediatamente antes del regreso de Cristo, Jerusalén será el centro de la atención internacional. Jesús habló de una futura profanación del “lugar santo” o monte del Templo (Mateo 24:15), y que Jerusalén sería “rodeada de ejércitos” y “hollada por los gentiles” (Lucas 21:20, 24). Tras mantenerse en la penumbra durante los siglos de dominio árabe y turco, Jerusalén y el monte del Templo se han transformado en un importante centro de tensiones en el Oriente Medio. En este siglo 21, importantes voces reclaman que Jerusalén quede bajo el dominio de las Naciones Unidas o del Vaticano, con la esperanza de que así habrá paz en la región. Jesús predijo que esto ocurriría inmediatamente antes de su regreso, ¡y es lo que está sucediendo ahora!
¿Es acaso mera coincidencia que todos estos sucesos proféticos converjan en la actualidad? ¿Podremos saber con certeza si realmente estamos cerca del fin de esta era? Recordemos que es la Biblia la que debe respondernos. Con respecto al agravamiento de las crisis de los últimos días, Jesús dijo: “Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría” (Mateo 24:22, NVI). Y aclaró que inmediatamente antes de su segunda venida, sería posible destruir toda la vida en la Tierra. Esto no era posible antes del desarrollo de las armas nucleares en las décadas de 1940 y 1950. Los científicos consideran que si estas terribles armas fueran usadas en una guerra mundial, un “invierno nuclear” envolvería la Tierra y destruiría toda la vida. Con toneladas de armas nucleares y actividad terrorista por todo el mundo, la profecía de Jesús respecto de una aniquilación de la vida no es una exageración. ¡Es una realidad, por primera vez en la historia humana, desde mediados del siglo veinte! Esta es una señal profética clave.
Cuando comparamos las profecías bíblicas sobre los tiempos del fin con la situación mundial prevaleciente desde mediados del siglo veinte, ¡es evidente que estamos viviendo en los últimos días! Si bien las Escrituras nos dicen que no podemos saber el “día y la hora” del regreso de Jesucristo (Mateo 24:36), los detalles de la profecía bíblica indican que Dios quiere que reconozcamos el tiempo aproximado de su segunda venida (Mateo 24:32-35). Por esta razón Jesús les dijo a sus discípulos que “velaran”, prestando atención a los acontecimientos mundiales para que no fueran tomados por sorpresa.
El mundo, sin embargo, ¡no se acabará cuando Jesucristo regrese! En su segunda venida, Jesucristo y sus santos establecerán el Reino de Dios en esta Tierra (Apocalipsis 5:10; 11:15-18; Daniel 7:27). Este será el punto culminante de la historia, la médula esencial del evangelio (Marcos 1:14-15), anunciado desde la antigüedad por los profetas bíblicos; y marcará el inicio de una nueva era de paz y prosperidad. Para obtener mayor conocimiento sobre las profecías del tiempo del fin, solicite nuestro folleto gratuito: Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo, y continúe leyendo El Mundo de Mañana, donde ¡la profecía cobra vida! [MM]