Reseñas de Canadá: Semillas de prosperidad | El Mundo de Mañana

Reseñas de Canadá: Semillas de prosperidad

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Canadá, como las demás naciones de ascendencia británica, han sido bendecidas con la prosperidad prometida a los hijos de Abraham.

Hace cien años, una gran mayoría de la población de Canadá vivía en zonas agrícolas. Ahora, como gran parte de Occidente, esta sociedad se ha urbanizado cerca de un 90 por ciento. Como resultado, muy pocos comprenden el trabajo necesario para producir alimentos y, por lo tanto, no aprecian su importancia. Las necesidades agrícolas se han convertido en una prioridad muy baja, tanto para los votantes como para los políticos.

Sin embargo, la historia revela que los fracasos en la producción agrícola han resultado en el derrocamiento de muchos gobiernos. Por ejemplo, las malas cosechas de finales de la década de 1780 en Francia, se consideran un factor impulsor de la Revolución Francesa. La producción de frutas y hortalizas, leche y queso, ganado vacuno y aves de corral, y especialmente cereales; realmente vienen a ser el núcleo de la prosperidad y la seguridad de una nación.

Durante el siglo pasado, el mundo de habla inglesa experimentó un excedente de producción de alimentos, incluso en tiempos de guerra. Podría decirse que este es un factor importante en la continuidad de la riqueza, el poder y la influencia de esos pueblos; pero no siempre fue así.

Nuevo mundo, nuevo trigo

A principios del siglo 19, se estaba evaluando el potencial de producción agrícola de las grandes llanuras del Oeste de Canadá y el Norte de los Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a los cereales. En aquella época, en las regiones de lo que ahora se conoce como Saskatchewan, Manitoba y las Dakotas; las malas cosechas eran frecuentes debido a las violentas tormentas del verano, el granizo y las heladas tempranas; demasiado comunes.

A medida que llegaron nuevos colonos de Europa a las llanuras del Norte, comenzaron a cultivar su posesión más preciada: la buena semilla de trigo. Este fue el caso de uno de los primeros intentos de agricultura en las grandes llanuras: la colonia del Río Rojo, fundada en 1812 por Lord Selkirk y sus colonos de las Tierras Altas de Escocia. Los colonos sufrieron muchas dificultades, como las heladas tempranas que provocaron pérdidas de cosechas entre 1812 y 1820.

En toda esa región, los agricultores utilizaban diversas variedades de semillas, todas de origen europeo. El tiempo que esta semilla tardó en alcanzar madurez la hizo adecuada para el clima de Europa, pero presentó un problema en los veranos más cortos de Canadá, específicamente en las llanuras del Norte. En aquellos días, una mala cosecha podía significar hambruna e inanición. Era urgente una solución.

Aparece David Fife, un agricultor del condado de Peterborough, Alto Canadá (actualmente Ontario), quien, entre 1842 y 1848, desarrolló una variedad de trigo de color rojo oscuro que se conoció como red Fife. Debido a su madurez más temprana y su excelente calidad de molienda y horneado, en 1876 se había convertido en la variedad dominante en Canadá y gran parte de los Estados Unidos. Si bien ya no se cultiva extensivamente, red Fife todavía tiene demanda entre los panaderos artesanales, debido a lo que los expertos en pan consideran su sabor y características de horneado superiores.

Aunque red Fife fue una mejora, todavía existía la necesidad de una variedad de trigo de alta calidad, pero con un tiempo de desarrollo más corto. Las variedades existentes de maduración temprana tenían rendimientos más bajos, y propiedades de molienda deficientes, antes de que el doctor William Saunders cambiara radicalmente la faz de la agricultura en Canadá y el Noroeste de los Estados Unidos. En 1886, Ottawa nombró a Saunders para dirigir las nuevas granjas experimentales Dominion. Sus hijos, sobre todo Charles Edward Saunders, se convirtieron en investigadores de apoyo.

Durante un período de seis años de meticulosos y minuciosos experimentos, con cruzamiento de semillas de trigo de todo el mundo, se recopiló una enorme cantidad de información, identificando características del cruzamiento natural como el color, las cualidades de la molienda y el horneado, la fuerza del tallo y la altura; todas estas comparadas con el tiempo de maduración. En 1901, después de 15 años de exhaustivo trabajo, incluido el fracaso de varias plantaciones a gran escala, se habían producido 58 variedades únicas. Sin embargo, ninguna combinaba todas las cualidades deseadas; y muchos investigadores sintieron que su trabajo era en vano y debía interrumpirse. Con todo, Saunders y sus hijos persistieron.

El gran avance se produjo en 1904, cuando se produjo una variedad cruzando red Fife (el patrón masculino), con hard red Calcutta (el patrón femenino). El resultado fue un trigo que tenía todas las propiedades que se habían buscado originalmente, y contaba con un tiempo de maduración de unos diez días más corto, una cualidad absolutamente vital. Fue nombrado el trigo Marquis, y ahora es el antepasado de la mayoría de las variedades de trigo actuales.

La primera gran siembra en un campo de trigo Marquis se produjo en 1909. En 1913, el primer envío de semilla Marquis registrada a los Estados Unidos fue una entrega de dos millones y medio de kilogramos. Ya en 1915, el trigo Marquis se estaba convirtiendo en el trigo dominante en Canadá y gran parte de las llanuras del Norte de los Estados Unidos.

Trigo para el mundo

Lo que lograron Saunders y sus hijos condujo a una enorme reducción en la pérdida cosechas por las heladas tempranas, y estableció las llanuras del Norte como uno de los grandes graneros del mundo; y la nueva variedad convirtió a la región en una fuente mucho más segura para la continua producción de trigo.

Lo oportuno del trabajo de Saunders, y de sus colegas científicos, fue particularmente evidente en 1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Las praderas canadienses pudieron proporcionar al Reino Unido y Francia enormes aumentos de un alimento básico de alta calidad. De hecho, los historiadores se apresuran a señalar esto como un factor clave, que contribuyó a la victoria de los Aliados en ambas Guerras Mundiales. “El trigo Marquis mejoró enormemente el esfuerzo bélico no solo de Canadá sino también el de sus aliados, el Reino Unido, Francia, Bélgica y Grecia” (George Fedak, “Marquis Wheat”, The Canadian Encyclopedia, 4 de marzo del 2015).

El desarrollo del trigo Marquis ha llevado al continuo desarrollo de variedades de trigo que pueden resistir mejor la sequía, las enfermedades y otras amenazas al suministro mundial de alimentos. “Marquis ha dejado un legado permanente. Se ha demostrado que prácticamente todas las variedades de trigo producidas en Canadá durante los últimos 100 años se remontan a cruces realizados con Marquis” (Enciclopedia Canadiense). En verdad, el doctor Saunders y sus hijos deben ser recordados con gratitud por su invaluable contribución.

También vale la pena señalar que a los actuales descendientes de la antigua Israel, entre los cuales Canadá forma parte, se les prometió que poseerían tierras que producirían una riqueza increíble, tanto en plantas como en animales; y que esta bendición de Dios continuaría sin cesar en tanto fueran obedientes a los mandamientos de Dios:

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz del Eterno tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también el Eterno tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la Tierra… Y te hará el Eterno sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que el Eterno juró a tus padres que te había de dar. Te abrirá el Eterno su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado” (Deuteronomio 28:1, 11-12).

El hecho de que estas tierras bendecidas llegaran a producir cantidades ilimitadas de alimentos nutritivos no es un accidente, y deben agradecerse a Dios en lugar de darse por sentado. Incluso los esfuerzos de investigadores, agrónomos y agricultores dedicados; para producir tal generosidad, han sido un gran activo otorgado a este pueblo. Pero estas bendiciones no fueron dadas por favoritismo, estaban destinadas a facilitar el cumplimiento de un propósito aún mayor por parte de estas naciones.

Para obtener más información sobre las razones de este generoso regalo de Dios, visite nuestro sitio en la red: www.elmundodemanana.org, para leer o descargar nuestro esclarecedor folleto: Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.[MM]

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