En los últimos 25 años Europa ha visto una ola de cambios dramáticos. El muro de Berlín, que dividía Alemania Oriental de Alemania Occidental, se derrumbó. La Unión Soviética se desmembró y con ello finalizó la guerra fría. Como consecuencia, las dos Alemanias pudieron unificarse para formar una sola y poderosa nación de 80 millones de habitantes en el corazón de Europa.