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El presidente Trump recibió duras críticas cuando anunció que Estados Unidos trasladaría su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, la “capital de Israel”. La reacción mundial fue clara: “Una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidiendo la retirada del reconocimiento de Jerusalén por parte de Donald Trump como la capital de Israel ha sido respaldada por todos los miembros del consejo, excepto los Estados Unidos, que utilizaron su veto... El voto destacó una vez más la oposición internacional generalizada a la movida de Estados Unidos, incluso entre algunos de sus aliados más cercanos” (The Guardian, 19 de diciembre de 2017). Desde entonces, la Asamblea General de las Naciones Unidas también condenó las acciones de Estados Unidos y la administración Trump en una resolución no vinculante (New York Times, 21 de diciembre de 2017). Un total de 128 naciones estuvieron de acuerdo con la censura, 35 se abstuvieron y nueve votaron en contra de la resolución pidiendo a los Estados Unidos que revierta su declaración del 6 de diciembre. Estados Unidos lideraba el mundo en generosidad, protección, innovación e incluso opinión. Pero todo esto está cambiando. Como recientemente declaró un titular: “Estados Unidos de América es decadente y depravado" (Foreign Policy, 19 de diciembre de 2017). Durante mucho tiempo las profecías bíblicas han advertido que al fin de esta era: “la gloria de Jacob se atenuará [disminuirá]” (Isaías 17:4). Jacob se refiere a los pueblos de descendencia británica, incluidos los Estados Unidos y varias naciones de Europa occidental. El favor del mundo ya no está del lado de los EU, tal como lo predijeron los antiguos profetas. Estas mismas profecías advierten de un tiempo en que los Estados Unidos y otras naciones de descendencia israelita (los hijos de Jacob) ya no serán la “cabeza” sino que se convertirán en la “cola” (comparen Deuteronomio 28:13 y 43-44), ¡y estamos viendo que esto está sucediendo hoy! La Biblia revela que cuando las naciones rechazan a Dios, él les quita su bendición, y son abandonados a su suerte (Deuteronomio 28:15). Si bien es sobrio observar el fin de Estados Unidos y gran parte del “resto de Occidente”, las profecías bíblicas también revelan que, después de un período de castigo, ¡estas naciones regresarán al camino de Dios y nuevamente serán bendecidas abundantemente! Para más información sobre ese increíble futuro, lean o escuchen nuestro folleto Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.