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El año pasado, más de 43.000 personas murieron en Somalia como resultado directo de la sequía regional (Wall Street Journal, 20 de marzo de 2023). ¡Casi la mitad de estas muertes fueron niños de cinco años o menos! Se espera que miles más mueran en los primeros seis meses de 2023, a razón de unas 135 personas por día, todo debido a la continua sequía en el Cuerno de África y al aumento del costo de los alimentos. Si bien puede que vean un alivio en los precios de los alimentos, la esperanza es efímera en estas regiones devastadas por la guerra y la sequía.
Según algunas estimaciones, 43.000 representan una cuarta parte del número de muertes por cualquier causa que Somalia experimentaría en un año normal, todas ellas atribuibles directamente solo a la hambruna. Si este número de personas muriera en un año en una nación europea u occidental debido a la hambruna, el mundo se sentiría motivado a actuar, especialmente dada la cantidad de niños pequeños afectados.
Lamentablemente, estas muertes debido a la hambruna son solo la punta del iceberg. Las profecías bíblicas revelan que a medida que se acerca el fin de esta era, el hambre, la peste y las guerras causarán muchas más muertes catastróficas, en una escala hasta ahora desconocida. Apocalipsis 6 muestra que una cuarta parte de la Tierra caerá bajo el poder de tales fuerzas de muerte y destrucción: “y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra” (v:8). Los tiempos se volverán más angustiosos y muchos más morirán. Sin embargo, este terrible tiempo pasará relativamente rápido, y Jesucristo finalmente regresará y marcará el comienzo de una paz mundial verdadera y duradera. Para más información, lean Armagedón… y después.