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The Guardian informó noticias terribles de Brasil, indicando que los apicultores han perdido más de 500 millones de abejas en solo tres meses (29 de agosto de 2019). Para muchos, la muerte trae a la mente el colapso de una colonia. Sin embargo, los síntomas estándar del colapso de colonias no son evidentes. Normalmente, con el colapso de la colonia, las abejas simplemente desaparecen de sus colmenas. En Brasil, las abejas están muriendo “en el acto”. Desde el comienzo del año, Brasil ha lanzado rápidamente al mercado casi 300 productos nuevos, algunos de los cuales son conocidos por ser letales para las abejas y están estrictamente regulados o prohibidos en otras naciones. De hecho, muchos expertos creen que la muerte masiva de las abejas probablemente esté relacionada con los pesticidas, y estos químicos podrían estar matando mucho más que solo a las abejas domesticadas cultivadas por apicultores profesionales.
Las abejas son necesarias para polinizar aproximadamente un tercio de todos los alimentos cultivados para consumo humano. Algunos de estos cultivos pueden sobrevivir sin la polinización de las abejas, pero su producción disminuye significativamente. Otros cultivos no pueden propagarse sin la ayuda de las abejas.
La Biblia indica que en nuestros días: “toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” (Romanos 8:22). Sin embargo, las profecías bíblicas también revelan que “la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (v. 21). La forma en que cuidamos nuestro medio ambiente nos recuerda que la humanidad puede, de muchas maneras, estar contribuyendo a su propia destrucción a través de su falta de previsión y sabiduría. Pero Dios deja claro que son nuestros pecados los que finalmente traerán un castigo devastador a nuestra producción de alimentos y a nuestro medio ambiente (Levítico 26:19–20; Oseas 4:1–3). Cuando los seres humanos no obedecen a su Creador, la creación sufre. Sin embargo, las buenas nuevas son que Jesucristo regresará y restaurará la Tierra (Hechos 3:19–21). Para más información sobre cómo será nuestro mundo cuando este proyecto de restauración mundial sea culminado, lean El maravilloso mundo de mañana. —Scott Winnail, Stephen Elliott y Chris Sookdeo