A lo largo de la historia, la humanidad ha convertido en mascotas a muchos animales grandes y pequeños, incluidos hámsteres, jerbos, hurones, conejos, pájaros, lagartos, tortugas, peces, caballos, cerdos, monos, hormigas, tarántulas, serpientes y otros. Los perros encabezan la lista de mascotas que solemos amar, seguidos por los gatos en la mayoría de los casos. De las millones de especies de animales que Dios creó, solo un porcentaje muy pequeño son elegidos como mascotas. Pero eso cambiará en el futuro.