Preguntas y respuestas: ¿Quién es el profeta de Deuteronomio 18? | El Mundo de Mañana

Preguntas y respuestas: ¿Quién es el profeta de Deuteronomio 18?

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Deuteronomio 18:18 habla de un profeta anónimo de quien Dios se valdría para proclamar su mensaje, y el Nuevo Testamento demuestra claramente la identidad de ese profeta.

Pregunta:  En Deuteronomio 18:18 leemos sobre un profeta que Dios levantará. Algunos musulmanes piensan que se trata de Mahoma, y otras personas dicen que es Joseph Smith o incluso algún líder cristiano contemporáneo. Muchos judíos creen que se refiere a Elías o a Jeremías. ¿Cómo podemos comprender este versículo?

Respuesta: Esta profecía no solo se refiere claramente a Jesucristo, sino que también advierte contra los predicadores que se dicen profetas sin serlo:

“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y Él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que Él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta. El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que el Eterno no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre del Eterno, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que el Eterno no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él” (Deuteronomio 18:18-22).

El pasaje anterior se refiere a un profeta que sería parecido a Moisés, con características similares y con una misión divina. El Nuevo Testamento demuestra claramente que Jesucristo es el profeta de Deuteronomio 18, porque nadie más reúne los requisitos de esa profecía.

Moisés y Jesús nacieron en tiempos de opresión; Moisés siendo los israelitas esclavos en Egipto, y Jesús durante la ocupación romana de Israel. En la infancia de Moisés, el Faraón dio la orden de matar a los recién nacidos, y tras el nacimiento de Jesús, el rey Herodes mandó matar a los recién nacidos en Belén y sus alrededores. Moisés guio a los israelitas en su salida de la esclavitud en Egipto, y Jesús guía a sus discípulos sacándolos del cautiverio espiritual del pecado. Durante el ministerio de uno y otro, grandes muchedumbres recibieron alimentación.

Tanto Moisés como Jesús recibieron y proclamaron revelaciones fundamentales por autoridad divina. Moisés recibió la ley de Dios, que fue el fundamento del Antiguo Testamento, y Jesús trajo las enseñanzas que forman el cimiento del Nuevo Testamento. Jesús declaró: “Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, Él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho” (Juan 12:49-50). Esto confirma que Jesús hablaba las palabras que el Padre le había dado, cumpliendo así la profecía de Deuteronomio 18.

Testimonio del Nuevo Testamento 

El Nuevo Testamento tiene más pruebas de que Jesús es el cumplimiento de esta profecía. En Hechos 3:20-23, el apóstol Pedro se dirige a una multitud luego de sanar a un cojo y cita la profecía de Moisés, identificando claramente a Jesús como el profeta a quien se refería. Igualmente, Esteban, en su último sermón antes de morir como mártir, testifica que Jesús es el profeta mencionado por Moisés (Hechos 7).

La prueba más contundente viene del propio Jesús, quien dijo: “No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:45-47). Jesús afirma directamente que Moisés escribió acerca de Él, lo que también señala que Jesucristo es el cumplimiento de la profecía de Deuteronomio 18.

Las Escrituras muestran sin equívocos que Jesucristo es el profeta de quien se habla en Deuteronomio 18. Ni Mahoma ni Joseph Smith, ni persona alguna que actualmente lo pretenda cumple esta profecía. Jesucristo es el único que reúne todos los requisitos señalados y es el único profeta que, al igual que Moisés, trajo una revelación fundamental de Dios. [MM]

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