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En parte como reacción a la acción de Estados Unidos de volver hacia atrás el derecho al aborto, y con el apoyo del presidente Emmanuel Macron, la semana pasada el Parlamento de Francia votó abrumadoramente a favor de enmendar la Constitución del país de 1958 (BBC, 4 de marzo de 2024). ¡El aborto ahora está “consagrado” como un derecho de toda mujer francesa gracias a la 25ª Enmienda de Francia! Francia se ha convertido ahora en la primera nación del mundo en hacer del aborto un derecho constitucional explícitamente declarado. La reacción del Parlamento francés después de la votación fue de júbilo, mientras que el Vaticano se apresuró a responder con una declaración de protesta: “No puede haber ‘derecho’ a terminar una vida humana”.
Nuestras sociedades modernas y seculares son cada vez más egocéntricas. Sin embargo, la práctica de matar a los no nacidos e incluso a los bebés, no es nueva. En contraste con los mandamientos de Dios contra el sacrificio de niños, los antiguos israelitas cayeron en esta abominable forma de adoración, practicada por las naciones paganas que los rodeaban. Actualmente, los niños ya no son sacrificados a dioses espirituales, ¡son sacrificados al dios de uno mismo! “Mi cuerpo, mi elección” es el lema que repiten con frecuencia los defensores del aborto, en su aversión a cualquier niño cuya vida pueda interferir con sus propios deseos personales.
Los franceses son descendientes de una de las antiguas tribus de Israel. ¿Las decisiones de los legisladores franceses allanarán ahora el camino para que las tribus hermanas de Francia sigan su ejemplo? La Biblia indica “que en los postreros días… habrá hombres amadores de sí mismos… más que de Dios” (2 Timoteo 3:2-4). Dios advierte específicamente a las naciones modernas que descienden del antiguo Israel que, si se apartan de Dios y violan Sus mandamientos, enfrentarán graves consecuencias (ver Levítico 26 y Deuteronomio 28). Para saber lo que le espera a Francia y a las otras naciones similares, lean Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía. —Scott Winnail, Francine Prater, Chris Sookdeo y Ryan Dawson