Reino Unido y las corrientes de la historia: El encubrimiento oficial y sus consecuencias | El Mundo de Mañana

Reino Unido y las corrientes de la historia: El encubrimiento oficial y sus consecuencias

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La gente anhela confiar en sus líderes y sus naciones. Pero, ¿qué sucede cuando los líderes no confían en sus ciudadanos?

La confianza puede considerarse el adhesivo que une las relaciones, y la confianza es lo que las personas anhelan depositar en sus líderes y en sus naciones. Cuando confiamos en los demás, nos sentimos en paz. Pero, ¿qué sucede cuando una nación pierde la confianza en sus líderes? ¿Y qué sucede cuando los líderes traicionan a sus ciudadanos?

Una encuesta del 2017 mostró que solo el 17 por ciento de los británicos confiaban en sus políticos (The Conversation, 31 de enero del 2018). Esta investigación se realizó después del brexit, pero antes de que la pandemia del cóvit-19 acentuara aun más la desconfianza en un gobierno que ya era objeto de menosprecio general por el encubrimiento de hechos relacionados con la salud. Entre los participantes en foros democráticos grupales intensivos de dos días en toda Europa (en Copenhague, Berlín, Oslo y Liubliana, así como en Birmingham, Inglaterra), los participantes británicos se destacaron como únicos cuando fueron entrevistados: “Los participantes del Reino Unido se destacaban por su desconfianza general. En otras partes, la gente tenía confianza en la capacidad de su gobierno de manejar los desafíos”. Según las estadísticas para el 2023 del Reino Unido, menos ciudadanos confían en sus partidos políticos (12 por ciento), que en sus medios de difusión (19 por ciento), el Parlamento (24 por ciento), o el propio gobierno (27 por ciento).

Erosión de las bases morales

Hace más de 20 años el historiador británico Niall Ferguson hizo una grave observación: “El Imperio Británico hace mucho que falleció; de él no quedan sino los restos. Lo que se había basado en la supremacía comercial y financiera británicas en los siglos 17 y 18, tenía que desmoronarse cuando su economía claudicó bajo las cargas acumuladas de dos guerras mundiales” (Empire, 2002, pág. 303).

Ferguson citó igualmente al historiador David Landes, quien compiló una lista de medidas que históricamente han tomado “los gobiernos ideales para el crecimiento y desarrollo”. Entre estas se incluyen proveer un gobierno estable y honesto que sea justo, imparcial y regido por “normas que son de conocimiento público” (pág. 307).

En su libro: Cuando mueren las naciones, Jim Nelson Black señaló tres aspectos de la degeneración nacional: degeneración social, degeneración moral y degeneración cultural. La degeneración moral no se limita a la moral de los ciudadanos; en muchos casos, la encabezan los gobiernos. Y cuando no se puede confiar en la moral de un gobierno, esto conduce directamente a la decadencia moral de la nación. La experiencia, lo mismo que el sentido común, señalan la necesidad de que un pueblo confíe en que su gobierno lo protegerá y verá por su bienestar general. Cuando se acaba la confianza, los ciudadanos dudan de su gobierno, pierden respeto por este y sienten mayor inestabilidad e incertidumbre en la vida.

En pocas palabras, cuando falta la confianza, el pueblo se vuelve temeroso. ¿Podrá decirse que la decadencia del Reino Unido se debe en parte a la decadencia moral de sus líderes?

La compensación no excusa la corrupción

La prensa ha destacado mucho dos escándalos recientes, y esto en sí contribuye a socavar la confianza en el gobierno del Reino Unido. El primero es el escándalo de la sangre infectada. En una investigación iniciada por el gobierno británico, se examinaron infecciones transmitidas por la sangre, que se propagaron a raíz del descuido por parte del Servicio Nacional de Salud, y de una serie de gobiernos del Reino Unido entre 1970 y 1991 (BBC, 3 de febrero del 2023). Esta acción, o inacción, trajo como consecuencia la infección de más de 30.000 personas; y hasta ahora se ha documentado en la muerte de 3.000. “La indagación durante cinco años, encontró que en la toma de decisiones no se había dado mayor importancia a la seguridad, y resaltó que el riesgo de transmitir infecciones virales en la sangre, incluyendo el VIH y otros productos sanguíneos, se conocía desde la fundación del Servicio Nacional de Salud en 1948” (Primer ministro pide disculpas por encubrimiento en escándalo de la sangre infectada, 20 de mayo del 2024).

En otras palabras, el Servicio Nacional de Salud a sabiendas y durante decenios, estuvo utilizando sangre contaminada y de alto riesgo en pacientes dentro del sistema británico de salud. El entonces primer ministro Rishi Sunak se lamentó: “El informe de hoy muestra una falta moral por decenios en el corazón de nuestra vida nacional”. Por su parte, sir Brian Langstaff, quien presidió la investigación, señaló: “El desastre no fue ningún accidente, y no tendría que haber ocurrido, a la vez que reveló un encubrimiento escalofriante por parte del Servicio Nacional de Salud y varios gobiernos sucesivos” (The Daily Mail, 20 de mayo del 2024). Según declaración del gobierno británico: “La primera compensación a las víctimas y sus familias se hará antes de finalizar el año” (¿Qué es el escándalo de la sangre infectada y qué compensación hay?, BBC, 16 de agosto del 2024). Aunque la compensación monetaria puede ser un primer paso, para un gobierno que cometió faltas ante su pueblo, la confianza perdida no se puede comprar.

Consideremos también el reciente escándalo de la Oficina de servicios postales, que ocasionó perturbaciones generales. El software de computadora no puede ser mejor que su programación, y se encontró que el software de programación y contabilidad empleado para el Sistema postal británico estaba seriamente propenso a errores; lo que daba una apariencia de conducta antiética de parte de los empleados postales. Por fallas en el software, no solo aparecían erradas pérdidas de dinero, ¡sino que cientos de empleados pagaron por ese software defectuoso con la pérdida de su cargo! “Más de 900 subjefes postales fueron inculpados por hurto debido a información errada del sistema computarizado Horizon” (Escándalo por Horizon de Oficina de servicios postales, BBC, 30 de julio del 2024). Muchos incluso terminaron en la cárcel por supuesta falsificación contable y hurto y otros quedaron en la ruina financiera.

No obstante, los dirigentes postales, con el respaldo de políticos y miembros del gabinete, se negaron durante años a reconocer los errores. Finalmente, en el 2017, 555 antiguos empleados demandaron a la Oficina de servicios postales y ganaron… pero de los 58 millones de libras esterlinas pagados en restitución, buena parte fue consumida en honorarios legales. Para marzo del 2024, solo 102 de los 900 y tantos casos se habían anulado. Por fin, en mayo del 2024, se aprobó un acto legislativo que absolvía a las víctimas y disponía una restitución; y el gobierno ha presupuestado 1.000 millones de libras esterlinas para compensación. Pero el sentir general es que la medida fue escasa y tardía, y la experiencia nos dice que esa compensación no restablecerá la confianza en el gobierno.

Pronto vendrá el gobierno de confianza

Lamentablemente, los años de encubrimiento y negación por parte de entidades oficiales y miembros del gabinete, personas cuyas palabras y actitudes deberían ser ejemplares y merecer la confianza de la nación, han erosionado la fe del pueblo en sus líderes. La Biblia profetizó esta realidad.

Dios advirtió que, en los tiempos del fin, muchos líderes se ocuparían solo de sí mismos, en vez de atender a quienes decían servir (Ezequiel 34:1-4). Advirtió igualmente contra la perversión de la justicia: “No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda” (Deuteronomio 24:17), y se lamentó por la injusticia: “El derecho se retiró y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir” (Isaías 59:14). Al mismo tiempo, Dios advirtió que los pecadores no podrán ocultar sus pecados eternamente: “Sabed que vuestro pecado os alcanzará” (Números 32:23). Los líderes nacionales dan el mal ejemplo de moralidad en sus naciones: “Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos” (Isaías 3:12), por lo que no debería sorprendernos ver el lamentable estado de la moralidad de tantos ciudadanos.

La Biblia deja claro que un pueblo dirigido por líderes injustos, mentirosos y egocéntricos; sufre bajo esos gobernantes: “Cuando domina el impío, el pueblo gime” (Proverbios 29:2). En cambio, cuando gobiernan líderes justos, rectos y veraces, “el pueblo se alegra” (mismo versículo). Mientras presenciamos la carrera veloz de nuestras democracias por el camino de la inmoralidad, y la gobernanza egocéntrica, nuestro consuelo es saber que viene un futuro mejor. La Biblia predice que Jesucristo regresará a la Tierra y regirá a las naciones con justicia y rectitud: “Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud” (Salmos 9:8), y que toda su labor se hará con verdad: “Recta es la palabra del Eterno, toda su obra fundada en la verdad” (Salmos 33:4, Biblia de Jerusalén).

Para recibir un mayor conocimiento sobre el futuro, les invitamos leer nuestro inspirador folleto: El maravilloso mundo de mañana. Puede descargarlo desde nuestro sitio en la red: www.elmundodemanana.org. ¡El extraordinario futuro vendrá! [MM]

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