En el ajetreo de la vida cotidiana, pocas personas se toman el tiempo para considerar hacia dónde van o dónde han estado, hasta que algún problema grave en la vida las hace detenerse y las obliga a enfocarse, aunque sea brevemente, en el propósito de su vida.
Muchos no prestan la debida atención en dónde se encuentran en el camino de la vida hasta que se acercan a la "edad madura". Algunos se enfrentan a la edad madura (45-65) con calma y aplomo. Otros, al ver dónde están, se ponen ansiosos e incluso pueden entrar en pánico.