¿Ansiedad por los teléfonos inteligentes? ¡Lee un libro! | El Mundo de Mañana

¿Ansiedad por los teléfonos inteligentes? ¡Lee un libro!

Díganos lo que piensa de este artículo

A muchas personas les cuesta controlar el uso del celular. ¡Nuestro deber es ayudar a la familia a dominar esta poderosa tecnología!

A veces quizá sentimos que es una lucha controlarnos con el teléfono. ¿Nos estaremos dejando controlar por este? Ahora que los dispositivos electrónicos manuales se van introduciendo en cada rincón de nuestra vida, no es sorprendente que la respuesta sea afirmativa. Sabemos que el teléfono inteligente es diseñado intencionalmente para enviciarnos.

“Los algoritmos diseñados para retener a los niños pegados a las pantallas, también buscan retener a los padres. Es mucho el dinero que se gana al mantenerlos a ellos y a nosotros adictos a las pantallas” (La familia de hoy… y del mañana, edición de noviembre y diciembre del 2022, pág. 13).

El desfile interminable de nuevas imágenes, notificaciones y actualizaciones pueden consumir porciones enormes de nuestra vida. Separarnos del teléfono puede ser causa de irritación y agitación. Este mal ha recibido un nombre: nomofobia, y se define como el miedo irracional a estar sin el teléfono.

A muchos nos molesta la mala influencia que ejerce el teléfono en nosotros y en nuestra salud. ¿Qué podemos hacer si es así? ¿Y cómo ayudar a nuestra familia a dominar una tecnología tan poderosa?

La solución efectiva es: cultivar el hábito de leer libros.

El poder de los libros

Hubo en tiempo cuando la lectura se consideraba señal de una sociedad libre y educada, pero desde hace varios decenios la lectura viene en decadencia. En el 2007, la National Endowment for the Arts publicó la siguiente advertencia sobre el auge de la internet y los medios electrónicos:

“Sean cuales fueren las ventajas de los medios electrónicos más novedosos, el hecho es que no reemplazan considerablemente el desarrollo intelectual y personal que se inicia y se sostiene con la lectura frecuente… La decadencia generalizada de la lectura es más que una simple cuestión cultural: Es un problema grave. Si se sigue perdiendo el hábito de la lectura constante, al mismo ritmo que lleva ahora, el mundo sufrirá notorios reveses de índole económico, social y cívico” (Leer o no leer: Una cuestión de repercusión nacional, Arts.gov).

Una encuesta reciente de Pew Research Center reveló que más de las mitad de los estadounidenses no habían leído ni un solo libro completo en el último año. No obstante, la lectura sirve para reducir la tensión, prepararnos para una noche de buen sueño, batallar contra la depresión y aun fortalecer el cerebro (Beneficios de leer libros, Healthline.com, 15 de octubre del 2019). Y para recibir esos beneficios no se requiere un libro de 500 páginas. Un estudio del Harvard Business Review mostró que el estrés puede disminuir en un 68 por ciento con solo seis minutos de lectura (15 de agosto del 2012). Un poquito de lectura puede mucho.

El apóstol Pablo advirtió: “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). El vocablo “peligrosos” viene de una palabra griega que significa oprimir o molestar. En otras palabras, se profetiza que en los tiempos del fin habrá tensión y ansiedad. ¿Estaremos pasando por alto una estrategia que evidentemente sería de ayuda en este tiempo difícil de lucha cotidiana? Leer libros nos ayuda a recobrar el equilibrio y la tranquilidad de la mente.

Fomentemos la lectura en los niños

La verdadera educación implica desarrollar la sed por la verdad, y aprender de la historia a fin de hacer frente a los retos del futuro. Esto se adquiere con la lectura. Dada la merma de la lectura, no es extraño que nuestro mundo se halle confundido en materia de biología y ciencias básicas. Es desconcertante ver que tanta gente carece de capacidad para pensar racionalmente, y diferenciar entre la verdad y las noticias falsas. ¿Nos sentiremos sorprendidos cuando tantas personas carecen de un sentido compartido de cultura, decencia y cortesía? Estas son cosas que aprendemos con la lectura.

Nosotros no podemos cambiar al mundo, pero sí podemos cambiar nosotros… y podemos ayudar a nuestros hijos a ver el valor de convertir los libros en parte de la vida. Seamos un ejemplo para ellos cuando sintamos la tentación de tomar el teléfono, mejor tomemos un libro. Pongamos libros a su alcance, y no solo en una repisa donde estén tentados a dejarlos tranquilos. También podemos crear un ambiente cálido y cómodo, con lámparas colocadas estratégicamente para dar buena luz. Y, por último, simplemente leamos, aunque sea solo seis minutos.

Quienes tengan niños pequeños pueden leer con ellos. Es bueno para el cerebro, y los nexos personales que se forman no tienen precio. “Las interacciones que se forman entre padres e hijos mediante la lectura compartida, promueven el desarrollo del lenguaje y la lectoescritura, y también pueden ser de provecho para la escolaridad, las amistades, y otros aspectos del desarrollo infantil adelante en la vida” (MichiganMedicine.org, 3 de diciembre del 2001). No caigamos en la trampa de permitir que la tableta se convierta en la niñera. Está bien que los niños se distraigan un rato con un juego o con animaciones, pero el cerebro infantil necesita más estímulo del que brindan esos medios. Sin embargo, según MichiganMedicine.org, ¡los niños en edad preescolar pasan más de dos horas diarias, en promedio, con los medios digitales!

Leer libros a nuestros hijos va generando fuertes lazos entre ellos y nosotros. Les da confianza y tranquilidad y es provechoso para su salud y el desarrollo a largo plazo, como se demuestra en un informe del Child Mind Institute: “La experiencia sensorial de sentarse con la persona que lo cuida, escuchando esa voz familiar y sintiendo un libro entre las manos, es algo de la mayor importancia para el desarrollo cerebral de los niños” (¿Por qué es importante leer con los niños?, ChildMind.org, 27 de octubre del 2023). Como dice la doctora. Laura Phillips, directora del Centro de Aprendizaje y Desarrollo del Child Mind Institute: “Escuchar un libro por medio de Alexa no brindará al niño el mismo beneficio integral”.

Lea el Libro

En todas las cosas, es de vital importancia saber discernir entre el bien y el mal. Por ejemplo, los libros de Harry Potter de J. K. Rowling, es la serie de ficción de mayor venta de todos los tiempos. A muchos les encantan esos libros porque están escritos de un modo muy atractivo y fascinante para educadores y padres de familia. ¿Cómo no sentirse encantado viendo que los niños se aficionan a la lectura? Pero, ¿acaso debemos animar a nuestros hijos a leer libros que elogian la brujería y el demonismo? ¿O debemos aprender a discernir lo que introducimos en la mente y la literatura que damos a los niños?

La respuesta es sencilla y aparece en el Libro de los libros, la Biblia. Su importancia se refleja incluso en su título: la Biblia, viene del latín biblion, que significa “libro”. ¿Y qué nos dice el Libro sobre lo que debemos introducir en la mente? El apóstol Pablo explicó: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). Debemos llenar nuestra mente con cosas de valor y verdad, y la Palabra de Dios define lo que es la verdad. En una oración al Padre, Jesucristo dijo: “Santifícalos en tu verdad. Tu Palabra es verdad” (Juan 17:17).

Si queremos orientar bien nuestra vida, y formar debidamente a nuestros hijos, es imprescindible que las palabras de Dios penetren en la mente. Esto no significa que la Biblia sea el único libro que leamos, pero sí que debemos leerla a diario. Pablo dijo: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Si no tenemos pautas de la verdad que nos guíen en la vida, y que podamos enseñar a nuestros hijos, y si no leemos algo de esas pautas diariamente para recibir orientación y ánimo, nos veremos a la deriva en una cultura que se ha extraviado del buen camino.

Hace unos tres mil años, el sabio rey Salomón escribió: “El corazón entendido busca la sabiduría; mas la boca de los necios se alimenta de necedades” (Proverbios 15:14). La lectura es fundamental. Es imprescindible para el crecimiento, la salud y el futuro. Es crucial en la tarea de formar a la próxima generación.

Apartemos tiempo para desarrollar y mantener el hábito de leer libros … especialmente el más importante de todos. 

MÁS ARTÍCULOS DE ESTA EDICIÓN

Mostrar todos