¿Deben los cristianos guardar el sábado? | El Mundo de Mañana

¿Deben los cristianos guardar el sábado?

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Los cristianos adoramos a Dios todos los días de la semana. Pero, ¿debemos apartar algún día especial como santo? ¿Cuál día debe ser tan especial?

Las diferentes religiones apartan diferentes días como días festivos y tiempo de culto. La mayoría de los dos mil cien millones de seres humanos que siguen el cristianismo en el mundo, tienen el domingo como su día de culto. Los mil trescientos millones de musulmanes guardan el viernes como su día semanal, y millones de judíos observan el sábado, contando del atardecer del viernes al atardecer del sábado.

¿Tiene alguna importancia el día que guardemos? ¿Le importa a Dios cuál día observemos, con tal de que lo adoremos? La mayoría de quienes se declaran cristianos, se limitan a aceptar lo que sus padres o su iglesia les han enseñado como tradición. Yo hice lo mismo hasta que alcancé la edad adulta. De niño, le pregunté a mi madre: “¿Por qué guardamos el domingo si el cuarto mandamiento en la Biblia dice que guardemos el sábado?” Me dio alguna respuesta ligera que acepté en ese momento. ¿Podemos ahora responder a esa pregunta? ¿Cuál día es el día de adoración y culto cristiano?

¿De dónde sacó el mundo llamado cristiano la idea de que el domingo es el día de culto? Es sorprendente en gran manera el saber que algunos grupos religiosos enseñan que sus tradiciones ¡tienen más autoridad que la Biblia! Veamos esta afirmación del teólogo anglicano Isaac William: “¿Dónde nos dicen las Sagradas Escrituras que debemos guardar el primer día? Allí se nos manda guardar el séptimo día, pero en ninguna parte se nos manda guardar el primero… La razón por la cual santificamos el primer día de la semana en vez del séptimo es la misma razón que nos lleva a guardar muchas otras cosas: no porque la Biblia lo haya mandado, ¡sino porque lo ha mandado la Iglesia!” (Sermones en el catecismo, vol. 1, pág. 334, 336).

¿Razona bien este predicador? ¿Acaso la Biblia, la Palabra de Dios, tiene menos peso que las tradiciones de una iglesia? ¿Cuál ejemplo nos dio Jesucristo? Leamos lo que dice la Biblia sobre las prácticas de Jesús al comienzo de su ministerio: “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el sábado entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer” (Lucas 4:16, RV 1995).

Sí, ¡Jesús tenía por costumbre rendir culto a Dios en el sábado! Desde los tiempos de Jesús, y siglos antes, la comunidad judía ha documentado muy cuidadosamente su observancia del sábado como el séptimo día de la semana, día de reposo que se guarda desde el atardecer del viernes, hasta el atardecer del sábado. Sabemos por miles de constancias cuidadosamente guardadas que el ciclo semanal de siete días nunca se ha interrumpido. Quienes rinden culto a Dios en el sábado, lo están haciendo el séptimo día de la semana, ¡el mismo día que guardaba Jesús!

Hagámonos esta pregunta: ¿Acaso Jesús dio su ejemplo de guardar el sábado, y los demás preceptos bíblicos, para que nosotros no tuviéramos que hacerlo? Parece increíble, ¡pero muchos predicadores enseñan precisamente eso! ¿Acaso Jesús dijo a sus seguidores, aunque fuera una sola vez, que hicieran caso omiso de su ejemplo? Todo lo contrario: “Porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21). Jesús no solamente guardó los mandamientos, sino que también nos mandó guardarlos. Por eso dijo: “Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19:17). La respuesta completa de Jesús muestra claramente que se estaba refiriendo a los diez mandamientos.

El ejemplo del apóstol Pablo

Hemos visto que Jesús guardaba el sábado. Ahora preguntemos si el apóstol Pablo, quien fue el apóstol a los gentiles, lo guardó también, o si por el contrario, nos dio ejemplo de que los cristianos de origen gentil no tienen que guardar el sábado. Recordemos que Pablo recibió formación de fariseo, y como tal, conocía muy bien las Sagradas Escrituras. Estando en Grecia, en la ciudad de Tesalónica, predicó tres sábados seguidos a los judíos en la sinagoga. Notemos que esta era su costumbre, es decir que, predicaba el sábado con regularidad: “Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres sábados discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos. Y decía: Jesús, a quien yo os anuncio, es el Cristo” (Hechos 17:2-3, RV 1995).

Vemos que Pablo predicaba con regularidad el sábado a los judíos. ¿Y a los gentiles? ¿Les predicaba también a ellos los sábados? Veámoslo en la ciudad gentil de Corinto, en Grecia. “Discutía en la sinagoga todos los sábados, y persuadía a judíos y a griegos” (Hechos 18:4, RV 1995). ¡Pablo predicaba a los gentiles durante el sábado!

Si Pablo hubiera pretendido que los cristianos guardaran el domingo en vez del sábado, sería de esperar que predicara el domingo… o al menos a los cristianos de origen gentil. ¿Acaso lo vemos haciendo algo así en la Biblia? Observemos el ejemplo de Pablo en Antioquía, ciudad situada en la actual Turquía. ¿Qué ocurrió después del sermón que predicó ante judíos y gentiles en la sinagoga ese sábado? “Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente sábado les hablaran de estas cosas” (Hechos 13:42, RV 1995).

Si Jesús o los apóstoles hubieran cambiado el día de reposo y culto de sábado a domingo, esta sería la oportunidad perfecta para que Pablo les dijera a los gentiles: “No tienen que esperar hasta el próximo sábado; nosotros, los cristianos adoramos ahora en el domingo. ¡Reúnanse con nosotros mañana!” ¡Pero no lo hizo! ¿Qué dice la Biblia?: “El siguiente sábado se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios” (v. 44).

¡Pablo impartía sus enseñanzas a los cristianos gentiles el sábado! También ordenó que los corintios, cuyo origen era gentil, siguieran su ejemplo. Recordemos sus instrucciones: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1) o bien “Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo” (Dios habla hoy). Es así como Jesús, Pablo y los apóstoles ¡establecieron el ejemplo para que todos los cristianos guarden el sábado!

¿Por qué el cambio?

Siendo tan claro el ejemplo de Jesús y sus apóstoles, bien podemos preguntarnos: ¿Cuándo fue que la cristiandad empezó a observar el domingo, en vez del sábado o séptimo día como día de reposo? Veamos: “Tertuliano (año 202 d.C.) es el primer escritor que menciona el domingo expresamente como día de descanso: ‘Sin embargo, nosotros (tal como nos lo ha enseñado la tradición), en el día de la resurrección del Señor debemos guardarnos, no solamente de arrodillarnos, sino de toda postura y posición de diligencia, difiriendo incluso nuestros negocios, no sea que demos lugar al diablo’” (Domingo, Enciclopedia Católica). Eso ocurrió 202 años después de Cristo, ¡más de 170 años después de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, el Mesías!

Más tarde, en el cuarto siglo después de Cristo, el emperador romano Constantino impuso el domingo como día de culto en todo su Imperio. Constantino era pagano, adorador del Sol. Y emitió el siguiente edicto en el año 321: “En el venerable día del Sol… descansen… todos los magistrados y el pueblo” (Legislación dominical, Enciclopedia de religión Schaff-Herzog).

Desobedecer el mandato del emperador podría significar la muerte para los cristianos observantes del sábado. Pocos años después, la Iglesia Romana también dictó un asombroso decreto en el Concilio de Laodicea. En este se declaró: “Los cristianos no han de ser judaizantes, descansando el sábado, sino que deben laborar ese día, descansando más bien el domingo. Mas si se hallare cualquier judaizante [guardando el sábado de Dios], sea declarado anatema de Cristo” (Historia de los concilios de la Iglesia, pág. 316). Los cristianos que guardaban el sábado quedaban tildados de herejes.

Tanto el gobierno como las iglesias se pusieron en contra de los cristianos que guardaban el sábado. No obstante, el auténtico cristianismo que se inició en el primer siglo, que jamás dejó de seguir el ejemplo de Jesucristo de guardar el cuarto mandamiento, ha perseverado hasta el día de hoy pese a las persecuciones. Los anales de la historia demuestran desde el primer siglo hasta la actualidad, que ha habido una continuidad de creyentes que han guardado los mandamientos de Dios y la fe original a lo largo de los siglos. El personal que publica esta revista es continuación directa de la Iglesia que, cumplida la promesa de Dios, nunca ha podido ser destruida (Mateo 16:18). Quienes deseen saber más sobre este tema, pueden solicitar el Curso bíblico por correspondencia de El Mundo de Mañana. O pueden descargarlo desde nuestro sitio en la red: www.elmundodemanana.org.

¿Fue el sábado anterior a Moisés?

Hay quienes creen que la observancia del sábado se instituyó como costumbre judía en el monte Sinaí, cuando Moisés recibió las tablas de los diez mandamientos. ¡Pero esto no es así! Veamos cómo relata la Biblia lo que ha venido a llamarse “la semana de la creación”. Leemos que Dios creó al varón y a la mujer el sexto día. ¿Y luego, qué ocurrió el séptimo día?: “Fueron, pues, acabados los Cielos y la Tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:1-3).

El sábado o día de reposo, es un recuerdo de la creación, y señala hacia el verdadero Dios y Creador del Universo. Tuvo un significado especial desde el momento mismo de la creación, y sigue teniendo un profundo significado para los verdaderos discípulos de Jesucristo, quienes ven en el séptimo día un símbolo del reinado de mil años del Rey de reyes y Señor de señores en la Tierra.

¿Cuál fue la relación de Jesús con el sábado? ¿Acaso dijo que era Señor del domingo, o que el domingo era el día del Señor? ¡No! Jesús dijo: “El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado” (Marcos 2:27-28, RV 1995). ¿Cuál es el día del Señor si Jesús es Señor del día de reposo, o sábado? ¿El domingo? ¡Por supuesto que no! El día del Señor es el sábado, como lo dijo Jesús. La expresión “día del Señor” aparece en Apocalipsis 1:10, y allí ni siquiera se refiere a un día de la semana, sino al período profético conocido como el día del Eterno que culmina con la segunda venida de Jesucristo.

La epístola a los Hebreos presenta el sábado como un anticipo del reposo milenario en la Tierra, además de un recuerdo del descanso de Dios cuando concluyó la creación. Respecto de la desobediencia de los antiguos israelitas, cuando estaban en marcha hacia la tierra prometida, leemos: “Si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios” (Hebreos 4:8-9). La palabra griega original para "reposo" en el versículo 9 es sabbatismos, que significa “observancia del sábado”.

Sí, aún queda un sábado de reposo para el pueblo de Dios, ¡hasta el día de hoy! Cabe entonces preguntar: ¿Se trata de un simple descanso simbólico, o es un verdadero descanso en el sábado? Un buen diccionario bíblico, como el Diccionario bíblico Anchor, aclara que en otros contextos, incluso en escritos seculares griegos que no dependen de este versículo de Hebreos, la palabra sabbatismos significa clara y literalmente “observancia del sábado” o “celebración del sábado”. ¡No hay duda de que este versículo plantea, en el Nuevo Testamento, la observancia literal del sábado por parte de los discípulos de Jesucristo!

Si los verdaderos discípulos de Jesucristo han de suspender su trabajo, como Dios suspendió el suyo (Hebreos 4:10), debemos preguntarnos: ¿Cómo suspendió Dios su trabajo? Las Sagradas Escrituras nos dan la respuesta: “En cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día” (Hebreos 4:4).

¡No hay que adivinar nada! Los discípulos de Jesucristo del Nuevo Testamento deben descansar, como descansó Dios, ¡en el séptimo día! Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento le dan al discípulo ejemplos e instrucciones claras, en el sentido de santificar el sábado. Si consideramos que nuestra autoridad es la Biblia, y no alguna tradición eclesiástica que pretenda valer más que la Biblia, ¡entonces no tenemos otra opción! ¿Cuál es la autoridad que rige nuestra vida?

¿Las Escrituras o la tradición?

Ya leímos la afirmación clara de un teólogo anglicano en el sentido de que fue la tradición eclesiástica, y no las Sagradas Escrituras, la que impuso la observancia del domingo en lugar del sábado. Otros teólogos se muestran de acuerdo. El conocido teólogo católico cardenal James Gibbons, escribió en su libro La fe de nuestros padres, una afirmación contundente: “Se puede leer la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis, sin encontrar un solo renglón que autorice la santificación del domingo. Las Escrituras imponen la observancia religiosa del sábado, día que nosotros jamás santificamos”.

Gibbons reconoce, que si nuestra autoridad es la Biblia, entonces no tenemos bases para guardar el domingo. Las Sagradas Escrituras, dice, imponen “la observancia religiosa del sábado”. Gibbons reconoce que fue el Concilio de Laodicea, en el siglo cuarto después de Cristo, y no las páginas de la Biblia, lo que llevó al mundo llamado cristiano, a pasar del sábado o séptimo día, a la observancia del domingo.

De modo similar, un conocido ministro de la Iglesia Bautista del Sur, Harold Lindsell, quien fue editor de la revista: Cristianismo hoy, escribió: “No hay nada en las Escrituras que nos exija guardar el domingo en vez del sábado como día santo”.

¿Qué debemos hacer nosotros, en vista de todo esto? Hay que estudiar la Biblia, y decidir si estamos dispuestos o no a vivir “de toda palabra que sale de la boca de Dios”, como nos dice Jesús en Mateo 4:4 y Lucas 4:4. Jesús dijo que es el Señor del sábado. Guardó el sábado con regularidad y nunca quebrantó la ley. También declaró: “Yo he guardado los mandamientos de mi Padre” (Juan 15:10). ¿Seguiremos el ejemplo de Jesucristo y las instrucciones de la Biblia? ¿O seguiremos las tradiciones de los hombres?

Quienes tengan cualquier duda sobre qué día es el día del reposo cristiano, les sugiero leer lo que dice la Biblia sobre el futuro Reino de Dios, cuando Jesucristo gobernará todas las naciones del mundo: “Como los Cielos nuevos y la nueva Tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice el Eterno, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrán todos [toda la humanidad] a adorar delante de mí, dice el Eterno" (Isaías 66:22-23, RV 1995).

En el Reino de Dios, todo ser humano guardará el sábado o séptimo día. Será un mundo extraordinario y maravilloso. Los verdaderos discípulos, en su culto de adoración a Dios, ahora están viviendo un anticipo de esa época futura en nuestros días. [MM]