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“Al más fuerte”



Su ascensión y conquistas fueron rápidas y furiosas, pero su vida sería breve. Como estaba profetizado, había hecho de Grecia el imperio más grande de la Tierra. Pero después de someter a muchas naciones, el joven Alejandro Magno ahora agonizaba en Babilonia. Según un relato, cuando Alejandro estaba cerca de su muerte, uno de sus lugartenientes le preguntó a quién se le daría el imperio. Él respondió: "Al más fuerte".

El giro de Europa hacia la derecha



Como se predijo, en las elecciones al Parlamento Europeo muchos liberales perdieron sus puestos y fueron reemplazados por líderes más conservadores (Politico, 10 de junio de 2024).

La participación de Alemania en Tierra Santa



Las profecías bíblicas indican que el poder de la “bestia” europea liderado por Alemania tendrá una presencia militar en Tierra Santa al fin de esta era. De hecho, la Biblia profetiza que “Jerusalén será hollada por los gentiles” poco antes del retorno de Cristo (Lucas 21:24). ¿Cómo podría una fuerza europea liderada por Alemania involucrarse directamente con Israel y Jerusalén en el futuro? La Biblia rara vez proporciona todos los detalles de cómo exactamente se cumplirán sus profecías.

Las obras de sus manos - Luz en la oscuridad



En las aguas del cabo de Hornos, en el extremo sur de América, un científico de 23 años languidecía en la cubierta de un barco del siglo 18. Había emprendido el viaje previendo aventuras en alta mar como naturalista abordo del HMS Beagle, pero esas aventuras se veían interrumpidas con frecuencia por episodios de intenso mareo. Más tarde escribiría a un pariente desde Sidney, Australia, diciendo: “Odio cada ola del mar con un fervor que ustedes, los que han visto únicamente las aguas verdes de la orilla, jamás comprenderán”.

Preguntas y respuestas - ¿Debemos orar a Dios el Padre o a Jesucristo?



Pregunta: Cuando Jesús murió se eliminó el velo del templo que separaba a los seres humanos de Dios el Padre (Mateo 27:51; 2 Corintios 3:14-16). Como ahora nos dirigimos directamente al Padre, a diferencia de los antiguos, que conocían únicamente al Dios del Antiguo Testamento, revelado ahora como Jesucristo (1 Corintios 10:4). ¿Por qué tenemos que orar a Jesús? Es más, ¿estará bien dirigir oraciones a Jesús, siendo que vino a revelar al Padre? (Mateo 11:27; Juan 14:7).

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