La historia dice que una pareja estaba sentada en el mostrador de un restaurante disfrutando de una taza de café, cuando el esposo le dio un codazo a su esposa y le dijo: "Cariño, mira a esa pareja de ancianos al final del bar. Algún día, nosotros seremos así". Su esposa miró en esa dirección y dijo, con cierto humor "¡Por supuesto, no te das cuenta de que hay un espejo al final del bar!" Esto nos recuerda de manera jocosa de que rara la vez nos vemos a nosotros mismos como nos ven los demás. También es cierto, que la imagen que tenemos de nosotros mismos puede estar lejos de la realidad.