Al parecer, hay un tema que tiene creciente preocupación en el cristianismo en estos días respecto a si "¿Deben los niños estar en la iglesia?" Una mañana, mientras leía las noticias del día, leí un interesante artículo sobre este asunto en el Wall Street Journal, "Que se vean pero que no se oigan en la iglesia", por Laura Vanderkam.

En un momento u otro, todos nos hemos perdido temporalmente, nos hemos devuelto cuando vamos por el camino equivocado, o nos encontramos en la dirección equivocada. Tal vez recibimos malas indicaciones, vimos una señal errónea o nos hicimos un giro en el momento adecuado, o encontramos obstáculos imprevistos en nuestro camino. ¿Cómo podemos llegar a donde estamos tratando de ir?

“Los tatuajes son más populares que nunca. Aproximadamente la mitad de la generación de los milenios tiene uno, al igual que el 36% de la generación X... El número de estadounidenses con al menos un tatuaje ha aumentado al 50% en los últimos cuatro años” (Time, 5 de abril de 2017). La creciente prevalencia de los tatuajes ha dado lugar a nuevas investigaciones sobre los peligros potenciales de la práctica. La investigación muestra que los tatuajes pueden interferir con el enfriamiento del cuerpo (a través de la sudoración) y también con la reabsorción de minerales.

“Un periódico alemán informó que después de una cena el miércoles por la noche, el señor Juncker dijo que la señora May se estaba ‘engañando’ y que era ‘muy probable que’ las negociaciones de Brexit fracasen. De acuerdo con el diario alemán Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung... el señor Juncker le dijo a la señora May: ‘Me voy de Downing Street diez veces más escéptico de lo que estaba’” (The Telegraph, 1 de mayo de 2017). También, según una investigación telegráfica, la UE ha planeado secretamente bloquear las negociaciones de Brexit (2 de mayo de 2017).

“El gasto mundial en defensa ha aumentado por primera vez desde 2011. Según el Informe de Gastos Militares Mundiales... los países del mundo gastaron un total de US$1.68 billones (1.56 billones de euros) en armas en 2016” (Deutsche Welle, 24 de abril de 2017). Estados Unidos, China y Rusia están en las primeras posiciones en el gasto. Un experto observó: “Hoy, a diferencia de hace una década, los actores no confían en la diplomacia y las instituciones internacionales. En cambio, los países individuales están invirtiendo en armas para protegerse a sí mismos” (ibídem).