| El Mundo de Mañana

Siete engaños satánicos



Nuestro mundo está repleto de estafadores, mentirosos y ladrones que buscan engañarnos. Pero la Biblia advierte acerca del peor de todos los embaucadores: Satanás, el diablo. ¿Conocemos sus tácticas? ¿Estaremos preparados para evitar sus artimañas, o podríamos ser víctimas de sus engaños?

Reseñas de Canadá - El árbol del encuentro



Para los esclavos fugitivos que viajaban en el ferrocarril subterráneo, un árbol patrimonial en Ontario era el símbolo de la libertad. Pero, ¿quién traerá la verdadera libertad a un mundo esclavizado por el pecado?

La familia de hoy y del mañana - Si no eres tú, ¿entonces quién?



Hace muchos siglos, cuando los judíos que se hallaban cautivos en Babilonia, fueron liberados luego de la caída del Imperio a manos de Ciro de Persia, se les ayudó para regresar a Jerusalén. Pero muchos no regresaron y prefirieron dispersarse por las regiones del Imperio Medopersa bajo el rey Asuero. Un varón judío de nombre Mardoqueo, recibió en su casa a la huérfana de un tío suyo, llamada Ester. Mardoqueo era un hombre amable y reflexivo, y crio a Ester como a su propia hija, quien llegó a ser una mujer hermosa que, por una serie de hechos notables, fue llevada delante del Rey.

¿Por qué Satanás ama la navidad?



Muchas personas piensan que no hay que hacer caso del mercantilismo, la influencia pagana ni la imposibilidad del natalicio un 25 de diciembre; y prefieren pensar en dejar a Cristo nuevamente en la navidad. Pero, ¿cuántas personas que se declaran cristianas se sentirían bien celebrando la navidad si supieran que no se puede dejar a Cristo nuevamente en ella porque la navidad es satánica?

Peligro de la pornografía



La pornografía está pudriendo el alma del mundo.

Pero hay esperanza para quienes estén esclavizados.

Se puede comenzar inocentemente: una mirada, un vistazo… un golpe de excitación. Luego otra mirada. Un momento de curiosidad se convierte en fascinación. Va atrayendo a la persona, empezando a hundirla en las arenas movedizas de la culpabilidad y la vergüenza. Una vez se convierte en dos veces, luego en tres. Un minuto se convierte en una hora. Una diversión momentánea se convierte en un hábito, que se arraiga durante meses y años.

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