Muchas personas se muestran agradecidas de que hayan terminado los últimos tres años, y esperan que este año sea mejor. Tal vez nosotros estemos entre esas personas, y de ser así, no podrán culparnos. Porque la lista de desastres es interminable, y con inquietante frecuencia se oyen expresiones como: gran tormenta, histórico, de proporciones bíblicas y, desplome del mercado de valores. Sabemos que los tiempos han sido difíciles, y que muchas decisiones de nuestros líderes nos han parecido desesperantes y desastrosas.